Disculpad mi larga ausencia Hermanos, pero he estado terriblemente enferma y apunto de morir.
Me alisté para luchar en el Campo de Batalla Garganta Grito de Guerra, ingenua de mí, creyendo que estaba preparada para la batalla. Me dieron tal paliza que no creí que pudiera salir de esa.
Pero, un segundo antes de que uno de esos bastardos de la Orda me rematara con su hacha, mis compañeros me salvaron y me mandaron a casa para recuperarme de mis terribles heridas.
Aunque todavía sigo convaleciente, cada día que pasa me encuentro un poco mejor.
Susele, siento muchísimo haberte decepcionado, y sobre todo, no haberte dado la oportunidad de guiarme por el camino de la sensatez.
Espero que mi estupidez no haya afectado al buen nombre de la hermandad.
Saludos desde El Bosque de Elwinn.
Sorce.