En una calmada noche, en una cabaña alejada de Kharanos, acompañados del acogedor fuego de una chimenea cercana, hablaban una pareja de enanos, uno viejo como la misma Azeroth, la otra joven, la enana ya habia acabado su instrucción basica militar, y era hora de que partiese como misionera.
- estas seguro maestro? -
- tienes muchos dones Lumine, la humildad es uno de ellos, pero no debes dudar de tí, pues eres la viva Imagen del viejo Capitán Lonehammer, y un faro de luz que necesitamos en estos sombríos tiempos -
Lumine se encogio de hombros, se miro las manos, eran fuertes pues los enanos poseen una vitalidad envidiable, y luego miró nuevamente a su maestro, enseñando su mejor sonrisa
- asi me gusta hija, los Lonehammer aun tienen mucho que dar a este mundo, demuestra que eres la orgullosa descendiente del viejo Thargos, e hija del Capitán.- dijo el viejo paladín mientras posaba su mano derecha sobre el hombro de la joven enana.
- cual es mi siguiente paso entonces? - pregunto la enana
- debes dirigirte hacia Loch modan, ahi tengo un viejo amigo montaraz, llevale esta carta. El mundo sera tu campo de entrenamiento a partir de hoy mi niña, pase lo que pase, recuerda de donde vienes y hacia donde vas siempre.-
-te echare de menos maestro, pero haré que estes orgulloso de mi.- frotando su nariz con la de su viejo maestro, gesto de cariño entre los enanos, se despidio.
-Lumine, espera, tengo algo para ti.- dijo el enano, se puso en pie con la ayuda del bastón y se acercó a un viejo y enorme baúl, lo abrió y enseguida un brillo cegador salió de el. Recogió un Hacha gigantesca, casi tan grande como el mismo enano (que es mucho para ellos).
-he aqui Khazad, traidora de demonios. tu bisabuelo Thargos Lonehammer se la arrancó a un demonio de sus garras muertas durante la tercera guerra, dicen que brilla cuando mata, nunca pude verla en acción. Sé que le darás un buen uso. - Lumine recibió el Hacha, la blandió y comprobó que tenia aun el filo perfecto, una buena empuñadura y se encontraba en un estado envidiable por el mas hábil de los herreros.
-Gracias maestro, la úsare con valor.- sonriendo, le despidió del viejo enano, y salió de la cabaña en dirección a su misión...