Después de mucho andar por el mundo, al fin hoy encuentro el templo que andaba buscando, mi nombre es Krhonn, Ibelius por mi padre y Pendraconis por el soldado que me crió, bajo mi rostro parcialmente ya arrugado y mi melena plateada se esconde alguien que ha derramado y hecho derramar mucha sangre en aras de la victoria, es un honor poder sentarme a vuestro lado.