La historia de Kiar, (al menos en lo referente a sus aventuras) comienza a la par que los enfrentamientos entre orcos y elfos en la región de Vallefresno. Pero para saber un poco más habría que remontarse a cuando esta elfa vivía en Darnassus donde empezó su viaje.
Por aquel entonces, Kiar había sufrido la pérdida de su madre por una terrible enfermedad. Este fue un golpe peor para su padre Andissiel, el cual sabiendo que antes o después Kiar tendría que continuar su vida en solitaria, la adiestró en todo lo que pudo y lo mejor que pudo sobre el mundo, sobre su gente, sobre en las pocas persoas en quien confiar y sobre todos los peligros que en el había, y como, en el momento exacto enfrentarse a esos problemas.
Aunque su padre le había enseñado mucho, viajaron a Costa Oscura y a Vallefresno, donde Andissiel tenía antiguos amigos que podían ayudar a Kiar en su adiestramiento.
Fue entonces cuando ocurrió.Fue un amanecer, frío como pocos, cuando la Horda se avalanzó contra los bosques, arrasándolo todo a su paso y quemando lo que no podían aplastar. El ataque cogió desprevenidos a las gentes del lugar, matando a Andissel y a mucha gente inocente. Kiar consiguió escapar, escondiéndose como muy bien sabe hacer. Y escapando, esperando encontrarse con su padre. Al día siguiente, en Auberdine observó impotente el cuerpo de su padre, el cual había paricipado en los combates.
Kiar vivió durante unos años en Darnassus preguntándose si hizo bien en esconderse y huir, o si debería haberse quedado combatiendo, y quizá morir junto a su padre.
Sin embargo, a los finos oidos Kiar llegó algo sobre un grupo de personas llamado "El Gran Concilio". Se acabó dando cuenta de que aun quedaba gente junto con las que hacer que su vida sirviese para algo. Gente no muy distinta a ella, quizá para luchar codo con codo y darle una segunda oportunidad de combatir ...
Sáb Nov 21, 2009 1:16 am